Nicolás Niglia

Nicolás Niglia, nació en Buenos Aires, Argentina; actualmente reside en León, Guanajuato, México. Desde pequeño su vida estuvo determinada por eventos y experiencias sobrenaturales. Una mente inquieta con un voraz apetito por saber lo impulsaba en el sentido de la búsqueda de respuestas a preguntas esenciales pero inusuales para su edad y entorno.

A los 11 años realizó el Curso de Control Mental Método Silva,  a partir de allí todo se aceleró. Los recuerdos de los tiempos de Atlántida, Egipto, Grecia, Roma, Israel (en tiempos de Yeshua) brotaban naturalmente en él, lo que dificultaba su integración con las demás personas de su edad. Pasaron los años de su vida entre luchas por encajar en el mundo, pero sin renunciar a su Plan de Vida, lo cual y como suele suceder en estos casos, no siempre era posible.

En agosto de 2004, todo terminó y todo comenzó de nuevo, sucedió la muerte del viejo YO y la resurrección del YO verdadero. Una experiencia sobrenatural, la cual no podemos asegurar si involucró muerte clínica del cuerpo, experiencia que sacó a Nicolás de esta realidad y lo llevó “de paseo” por el pasado y por el futuro de la humanidad; Atlántida, Egipto, Roma, Grecia… Se abrió el canal que lo conecta con la Mente de Dios. Desde entonces, Nicolás ha renunciado a su anterior vida y se dedica plenamente a difundir La Palabra, a explicar “la lógica de Dios” para que el ser humano desarrolle su potencial Divino y se dé así manifestación al Plan Universal en lo que al ser humano corresponde.

Actualmente Nicolás es formador en técnicas de sanación con Cristales Litios® y método Gaiadon Heart® (India), dicta cursos y talleres, organiza retiros en sitios particulares que aceleran el desarrollo de las capacidades humanas; siempre con la intención de estimular el desarrollo del Potencial Divino del Ser Humano.


Todos nacemos dentro de una realidad particular, producida en base a las creencias, tradiciones y prejuicios de nuestra familia y de la sociedad; esta realidad particular actúa como el huevo en el pichón. Estamos vivos dentro de ella, así como el pichón lo está dentro del huevo, pero no comenzamos a vivir sino hasta que la trascendemos. Para lo cual, debemos descubrir al YO de cada uno, nuestra singularidad. Esta realidad huevo dentro de la cual estamos vivos pero no viviendo, es el modo de vida "manada", en donde no expresamos nuestra singularidad sino que somos el reflejo de nuestra familia y de sus costumbres, hacemos propios sus miedos y creencias; también los de la sociedad, de nuestra nacionalidad, país e historia. Salirnos de este modo de funcionamiento "manada", es como romper la cáscara del huevo y comenzar a vivir... no es una opción, es el siguiente paso inevitable.